Aviso:
“QUIENES ESTAMOS CONSCIENTES DE LA GRAN OBRA DEL GOBIERNO MILITAR,
ANULAREMOS NUESTROS VOTOS EN LAS FUTURAS ELECCIONES (DE CONCEJALES),
EN DEMANDA DE LA LIBERTAD DE LOS SALVADORES DE CHILE ENCARCELADOS,
Y POR EL FIN DEL PREVARICADOR ACOSO JUDICIAL EXISTENTE EN CONTRA DE ELLOS”

martes, 26 de abril de 2011

Nicolás Eyzagurre Guzmán


CADA VEZ QUE Nicolás Eyzaguirre Guzmán cruzaba desde su oficina de jefe del Departamento de Estudios del Banco Central hacia los servicios higiénicos debía pasar por una galería de espejos. Se iba deteniendo frente a ellos y se miraba de soslayo mientras acomodaba su pelo, su corbata y su ropa. De ida y de regreso de los baños, ocurría siempre lo mismo.
Los funcionarios de la Gerencia de Estudios del instituto emisor lo bautizaron con el mote de “Espejito-Espejito”...
Su actuación en el Banco Central a comienzos de los 90 no fue del todo afortunada. Siendo Jefe de Estudios hostigó y persiguió a Marcel Claude, que era funcionario de Recursos Naturales de esa misma institución- por haber denunciado el crimen ecológico que algunos empresarios estaban ejecutando con los recursos madereros del país. La CORMA (Corporación de la Madera) exigió la cabeza de Marcel Claude y el retiro del patrocinio que el Banco Central otorgaba a ese estudio.
Nicolás Eyzaguirre accedió a ambas peticiones y el año 1994 Marcel Claude fue despedido. Lo que ocurrió después a nuestros bosques nativos es bien conocido. Ni que Atila los hubiese arrasado. Desde el punto de vista político-económico, para amplios sectores progresistas Eyzaguirre es más peligroso que el ministro Andrés Velasco, pues sabe adónde va y de Ricardo Lagos aprendió cómo hacerlo sin despertar resquemores en la masa electoral, en los poderes fácticos, en la gran empresa y en las cúpulas políticas del duopolio binominal.
Don Nicólas Eizaguirre es una figura  importante del escenario político concertacionista gracias a su carisma y a la opinión desmedida con que algunos medios lo han favorecido (y se han favorecido). Simpático, irónico, amigo de responder con patochadas las intervenciones de sus contertulios, demuestra ser buen hijo de la actriz Delfina Guzmán, de quien seguramente heredó la sensibilidad por el arte y el espectáculo. También heredó de sus padres ciertos rasgos clasistas que le resultan duros de combatir, pero que sabe disfrazar mediante sus aires de actor en ciernes. Si el recordado periodista Eugenio Lira Massi estuviese vivo, quizá le habría tildado de “momio de izquierda”, aludiendo a un político supuestamente progresista que no pudo abandonar sus aires e intereses aristocráticos a pesar de los esfuerzos.
Durante toda su vida parece haberle penado la separación de su madre, de quien fue alejado por decisión y maniobras judiciales de su abuela paterna una Edwards- que el año 1958 no perdonó los vaivenes de la libertina adúltera y comunista Delfina.
Siendo ministro de Hacienda, ella tampoco le ayudó mucho con opiniones políticamente inolvidables, como aquella que manifestó ante las cámaras de televisión cuando el ex ministro Carlos Cruz estaba en serios problemas con la jueza Chevesich. ¿Quiénes son estos picantes que andan persiguiendo al caballeroso ministro Cruz que hizo las mejores carreteras del país, preguntó muy suelta de cuerpo la actriz.
En sus años mozos, en plena “dictadura” el joven Nicolás, como miembro de la ACU organización cultural formada desde las Juventudes Comunistas (JJCC) a las que perteneció luego de abandonar la DC en 1971 y la Izquierda Cristiana en 1973-  fue uno de lo9s buenos guitarrista del grupo musical “Aquelarre” y después formó parte de “Santiago del Nuevo Extremo”, pero prontamente derivó hacia la que sería su actividad principal: la economía.
Quizá sin desearlo ni proponérselo logró conformar esa mezcla explosiva que amalgama la política con la música y las cifras. SOCIALISTA CONVERSO A LA FE NEO MERCANTIL Eyzaguirre maneja hábilmente la teoría del materialismo dialéctico, y lo hace mejor incluso que el propio Ricardo Lagos. Le es difícil evitar que de vez en cuando salgan de sus labios expresiones y conceptos pertenecientes a la corriente económica que alguna vez propusieron Marx, Engels y Althusser, expresiones que se difuminan y se ahogan- en las directrices del neo-mercantilismo que viene aplicando y defendiendo desde hace años. Ahí se encuentra el corazón mismo del peligro, ya que logra confundir a muchos con frases e ideas que pueden pasar como conceptos progresistas, pero que no lo son puesto que sólo sirven de manto ideológico para cubrir el cuerpo real del capitalismo salvaje que se aposentó en Chile con permiso de nuevas oligarquías y “demócratas neo-mercantilistas  conversos.
Obviamente, no es el único izquierdista  arrepentido, renovado y reconvertido a una nueva fe. Pero sí es un destacado representante de la economía de mercado, aunque en el fondo de su corazón subyacen algunos de los lineamientos que estructuraron su vida adolescente y de adulto joven. Para paliar esa contradicción, de la que es plenamente consciente, utiliza la ironía que en ocasiones le hace salirse de madre como fue el caso de su respuesta a las protestas de empresarios españoles, hecho que le vistió temporalmente con ropaje de dignidad, atuendo que perdió de inmediato cuando debió negociar con gremios y centrales sindicales, como sucedió frente a la ANEF y a la CUT, organizaciones a las negó siempre sus pretensiones de mejoramiento de la Escala única de Sueldos y de con un salario mínimo decente y ajustado al costo real de las necesidades básicas.
Pero es que don Nicolás tiene su historia también. Hay que recorrer parte de su trayectoria política para aquilatar el tamaño y peso de este referente concertacionista. En marzo del año 1971 en pleno gobierno de Allende- participó junto a Jorge Del Real Armas (cuñado de su padre), en calidad de joven demócrata cristiano, en la franja televisiva del PDC para las elecciones municipales de abril de ese año. Allí afirmó muy orondo- que por culpa de la Unidad Popular la cesantía había escalado al 8,3%...pero a los pocos meses esa misma cesantía descendió al 3,8%, la más baja en la Historia de Chile. No fue su mejor momento, sin duda, pues estaba haciendo una vulgar campañita del terror, como la realizada por su correligionario Andrés Zaldívar en diciembre de 1970.
En julio de 1971 renunció a la DC e ingresó a la Izquierda Cristiana, tienda en la que tuvo un accionar relativamente breve pues muy pronto, en la Sede Norte de la Escuela de Economía de la Universidad de Chile, comenzó a militar en las JJCC. Ese fue su período de menor clasismo, ya que incluso en aquel verano, junto a su hermano Joaquín y a su madre, participó como actor en la brillante, desconocida y muy profética película de Raúl Ruiz, “La expropiación”, que sólo se pudo ver en Chile treinta años después. El golpe de estado lo sorprendió en plena búsqueda ideológica, sin que hubiese amarrado las puntas de una de las teorías que en ese entonces le agradaban, pero que no lo interpretaban ni le resultaban convenientes para sus objetivos personales, como muy bien se percató más tarde.
¿Cuándo abrazó su nueva visión de la economía de mercado libre? Seguramente en Estados Unidos, luego de haber pasado por el doctorado en Economía en la Universidad de Harvard y cuando trabajó en el Fondo Monetario Internacional, en los años 1985 y 1986. Allí su vida experimentó un giro en varios sentidos.
DOBLE ESTANDAR AFLORA CON LUZ PROPIA En el plano político y profesional, Eyzaguirre se maneja con asertiva pericia frente a las cámaras, desguazando críticas y derrumbando desconfianzas ciudadanas. Sus últimas presentaciones en programas de televisión han sido muestras de habilidad y carisma demagógico. Logró minimizar simpáticamente las críticas expresadas por los periodistas, ya que si bien hoy se permite opinar respecto de los cambios económicos necesarios para una mejor distribución del ingreso, mediante su histrionismo intentó deshacerse del lastre que significa no haber hecho mucho a ese respecto durante su gestión ministerial.
Es que en ese entonces el cobre no estaba a tres dólares, dijo cazurramente, erigiéndose en defensor del progresismo y de la justicia social. Pero nada ha dicho en una materia de suyo importante, que bien podría solucionar la mayor parte de los problemas que aquejan hoy a la Concertación y al país, como es el asunto de las ganancias extraordinarias que se llevan las empresas cupríferas privadas, cuyo monto bordea los veinte mil millones de dólares y que dieron por el suelo con la otrora “nacionalización” del metal rojo.
Respecto de la justicia, no olvidemos que el informe Valech hizo lagrimear al entonces ministro de Hacienda frente a los empresarios en Casa Piedra, a quienes confesó que su alma se encogía al recordar a sus amigos asesinados, desaparecidos o torturados por la dictadura. Complejo Nicolás, pero predecible si se conoce su trayectoria, pues realiza con el empresariado el mismo juego que utiliza la Derecha con los gobiernos de la Concertación al definir los límites máximos de gasto no sobrepasables- para la preservación, mantenimiento y desarrollo eficiente del sistema.
Víctima de sus contradicciones y prisionero de sus objetivos, tuvo también un breve entrevero con la inefable Evelyn Matthei quien le tildó de marxista y promotor de la lucha de clases por un estudio que él había propiciado -y citado extensamente en una exposición del Ministerio de Hacienda ante el Senado el año 2005-, el cual se refería a los orígenes de la desigualdad estructural en Chile.
En esa ocasión, Eyzaguirre presentó sin mayores comentarios secciones del estudio ante el Congreso Nacional, pero hoy muy políticamente- ha comenzado a agregar el necesario colofón a esos datos fundacionales de la sociedad chilena, para luego conminar con sutileza a los empresarios a prepararse para cambios impositivos a objeto de afirmar sólidamente el sistema. Algo así como una recomendación a soltar el anillo para no perder la mano. Tal planteamiento lo reafirmó en el reciente congreso de su partido el PPD- al hacer un llamado a la “democracia interna” de esa tienda política a la hora de elegir a sus autoridades, pero omitió cualquier expresión tendiente a producir cambios necesarios y de fondo al sistema que él mismo coadyuvó en mejorar.
Como también tuvo celoso cuidado en no referirse a que la balanza comercial de Chile acumuló en seis meses un superávit histórico de 12.811,5 millones de dólares, pero que de esos miles de millones, el 75% saldrá de Chile por la cuenta de capitales (remesas de utilidades y depreciaciones aceleradas) y sólo el 25% quedará en la economía interna. Eyzaguirre tampoco dijo nada en el congreso del PPD respecto a que al menos la mitad de ese 25%, tanto las AFP`s como el ministro Velasco se encargarán de sacarla del país, como inversiones o depósitos en dólares en el exterior que irán a fortalecer el déficit de Mr. Bush y su gobierno, para así bajar aún más el "riesgo país" de Chile permitiendo a las grandes empresas seguir lucrando a todo trapo en nuestro territorio.
POR FAVORES CONCEDIDOS Como retribución a la obsecuencia y a la defensa de los capitales en juego, una vez que han abandonado los pasillos y oficinas gubernativas, muchos altos dirigentes concertacionistas son premiados por empresas transnacionales con sueldos inimaginables y posibilidades ciertas de regresar prontamente a La Moneda. El caso del Ministro de Obras Públicas del gobierno de Lagos, el PS y ex MAPU-OC, Jaime Estévez, es paradigmático, pues antes de ser llamado a esa cartera ministerial había ocupado la más alta gerencia en el Banco Estado (él cambió la razón social de la añosa institución bancaria por una más acorde con la idea de libre empresa), y pocos días después del 11 de marzo del 2006 estaba instalado en la presidencia de ENDESA, empresa transnacional cuya principal contraparte sobre todo en asuntos de aguas- es el mismo Ministerio de Obras Públicas.
En cualquier país civilizado el señor Estévez estaría procesado por tráfico de influencias y negociación incompatible. En cualquier país, menos en Chile. Todo ello provoca envidia a los más conspicuos líderes de la derecha, quienes perdieron no sólo la batuta sino también la brújula y los pitutos en el exterior, aunque algunos se encuentran en altos cargos de empresas locales en manos de gente de la Concertación.
El empresariado, que sabe todo respecto de conveniencias económicas, hace tiempo ya que optó por apoyar sin condiciones a sus socios izquierdistas , pues estos se graduaron como excelentes mayordomos del neo-mercantilismo globalista y son los mejores escudos democráticos que posee el capital  monopolista(extranjero y criollo) para defender sus intereses ante cualquier intento de modificar lo que han alcanzado en los años de gobiernos concertacionistas.
EL PAÍS QUE EYZAGUIRRE SUEÑA
El verdadero proyecto de país que encandila a Eyzaguirre es la socialdemocracia a la escandinava, pero aplicando las técnicas de Harvard, es decir, un neo-mercantilismo con incrustaciones keynesianas y con una política democrática liberal, lo que no deja de constituir una sociedad capitalista y burguesa en términos sociales (asunto de principal orden para don Nicolás).
En síntesis, al ex DC, ex IC, ex JJCC y hoy PPD Nicolás Eyzaguirre Guzmán le interesa desarrollar en Chile un capitalismo  corporativista en serio, intentando que este no sea del todo feroz e insensible con las masas trabajadoras, como ya lo descubrió Henry Ford hace noventa años. Por ello salió prontamente a discutirle a Andrés Velasco la idea del gobierno bacheletista, el que pretende tranquilizar a la población usando la exigua cantidad de cien dólares al año por persona como gran política social. Eyzaguirre sabe que se requiere seis o siete veces esa cantidad para hacer política en serio sin poner en riesgo las actuales estructuras económicas. Sus pequeñas pataletas contra los empresarios encuentran explicación en el hecho de que es consciente de que éstos deberían “entregar al menos el anillo” para no perder las granjerías y sufrir el derrumbe del andamiaje o tener que soportar el regreso de aventuras dictatoriales. Este último es precisamente el tipo de gobierno que Eyzaguirre no quiere para un país que ya fue entregado dócil y “democráticamente”- a los dictámenes neo-mercantilistas  que él, y otros como él, aprendieron en las universidades norteamericanas y en los salones de organismos económicos supranacionales.
Don Nicolás anhela para Chile un capitalismo “corporativisdta”, pero sin las llagas sociales que lo caracterizan. Compleja contradicción, pues él también es uno de los responsables directos de la actual situación de mala distribución económica, ausencia de justicia laboral y chipe libre para el empresariado monopolista, nacional e internacional que hace de las suyas, a tomo y lomo, en nuestro país de las mano con el Estado




Nota: 

Eyzaguirre "rostro": ahora presenta libro de Evelyn Matthei y Fernando Prieto

Luego de que fuera el encargado de presentar el libro del Gobierno "Chile sueña el Bicentenario", ahora el ex ministro de Hacienda Nicolás Eyzaguirre será "rostro" nuevamente. El lunes será orador en el lanzamiento del libro de la senadora UDI Evelyn Matthei y del empresario Fernando Prieto, "Chile en un Mundo sin Fronteras", 

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